14 de junio de 2025

Furgencio y el Tutorial del Desastre Doméstico

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Érase una mañana en la que Furgencio, en su inagotable búsqueda de la autosuficiencia (o quizás solo por pura tacañería), decidió que era hora de arreglar esa pequeña fuga en el grifo del baño. «¡Para qué llamar a un fontanero si internet lo sabe todo!», se dijo a sí mismo, con la confianza ciega de un influencer novato.

Encontró un tutorial en línea titulado «Reparación de Grifos: Nivel Básico para Dummies». El vídeo, de una calidad dudosa y con una música de ascensor espantosamente alegre, mostraba a un tipo con gafas de sol en interiores que parecía saber mucho de la vida… y de fontanería.

«Paso uno: localice la llave de paso principal de su hogar», decía la voz monótona del tutorial. Furgencio, sin inmutarse, rebuscó por la casa hasta encontrar una manivela oxidada en el sótano. La giró con todas sus fuerzas, y en lugar de cortar el agua, activó un sistema de riego subterráneo que tenía olvidado, inundando el jardín del vecino con burbujas de jabón.

«Paso dos: prepare sus herramientas», continuó el tutorial. Furgencio reunió un martillo, unas pinzas de depilar y un batidor de cocina, convencido de que eran las «herramientas adecuadas». Al intentar quitar la pieza del grifo, siguió la instrucción de «golpear suavemente». El grifo, en lugar de ceder, comenzó a vibrar extrañamente, y de la boquilla empezó a salir no agua, sino un gel viscoso y fluorescente.

El tutorial, ya completamente desquiciado, empezó a dar instrucciones crípticas: «¡El gel es la puerta a la dimensión Xylos! ¡Debe sellarla con un sello de queso Edam y un conjuro en arameo antiguo!». Furgencio, lejos de sospechar un engaño, siguió al pie de la letra, embarrando su baño con queso y balbuceando palabras sin sentido.

Justo cuando estaba por pronunciar la última sílaba del «conjuro», el grifo se transformó en una pequeña pero feroz criatura gelatinosa con dientes puntiagudos. El tutorial, con la misma voz alegre, exclamó: «¡Felicidades, ha invocado a un Gloop de Nivel 3! ¡Ahora lo devorará por intentar hacer algo usted mismo!».

Furgencio solo tuvo tiempo de ver cómo el Gloop saltaba de la pila y, con un sonido de «¡Slurp!», lo absorbía por completo, dejando solo un rastro de gel fluorescente y una llave Allen misteriosamente aparecida.

Moraleja: Algunos tutoriales de internet son portales a otras dimensiones… y no, no es una metáfora. A veces, es mejor llamar a un profesional.

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